Etapa complicada en la liga, el equipo reina y se proclama invicto en todos los partidos en casa. Sin embargo, el verdadero reto es rasguñar algún punto como visitante. No es tarea fácil, hay que entender que la carretera cansa y que estar sentado durante casi tres horas en un habitáculo como un autobús duerme las piernas y castiga la cadera. El calentamiento que precede el inicio del juego se vuelve más complicado en los partidos de la provincia del sur de la Comunidad Valenciana. En esta tesitura solo se ha podido conseguir un punto, contra el Mutxamel, un partido perfecto para explicar la emoción de genera el futbol.
La matemática del fútbol va más allá de la táctica, va mucho más allá de las costuras de una filosofía de juego, el vicio de su ciencia se encuentra en el grito de un gol. Por ese motivo no sirve de nada vestir una tesis con datos irrefutables sobre la temporada. La mirada está en el siguiente partido, aquel que se juega en casa y cuando el sudor dé sus frutos, habrá que volver a conquistar aquellas posiciones en las que nos sentíamos cómodos, la parte alta de la tabla. Hay calidad y motivación para asegurar la plaza en esos puestos.