Echando la vista atrás se pueden ver caídas, sucesiones de tropiezos, sudores y jadeos, pero siempre en la misma vereda. Las huella de este club marcan un camino largo que comenzó hace poco y que hoy está a punto de pasar las primer páginas de su primer capítulo. El Odisea FC acaba su primera competición dentro de poco. Como era de esperar ha dado guerra y se ha podido posicionar en las primeras posiciones de la tabla. En parte de sebe a la fortaleza de cada peón, la desidia nunca tuvo cabida en esta organización y la ilusión por soñar a lo grande nunca ha dado lugar al desdén en el que tanto clubes cayeron.
El Odisea FC levanta cabeza con orgullo, este tedioso trayecto endurece la piel y abarca las miradas de sorpresa de los demás clubes. Un equipo formado desde cero que logra domar una categoría de lo más inestable posible. El guion de esta historia sólo responde al sacrificio y trabajo dedicado que cada parte del equipo regala. Ni un estruendo fuerte, ni ninguna caída logra desviar la vista de los objetivos marcados. Esa fuerza mental, esa capacidad adaptativa desemboca en el éxito irremediable de convertirse en un club ya con hitos. El Odisea FC está orgulloso de su camino, de los trópicos y las piedras, de cada finito combate contra el oleaje. Las ansias de ganar, las arengas y el zozobra de la embarcación donde este equipo navega bebé de fuerzas insondables que hoy por hoy florecen en aras de un trabajo bien hecho.
