La historia de Ezequiel no se diferencia de cualquier joven de su edad. Tenía su círculo de amigos, sus familiares y sus aficiones que le desinhibía de todas las obligaciones. Entre estos ocios se encuentra el fútbol, como en mucha gente de su edad. La diferencia es que a Ezequiel su pasión le lleva un estado de éxtasis. De hecho, por seguir golpeando la pelota, por seguir recorriendo la banda ha cruzado el océano. Desde este invierno, Ezequiel aporta mucho al equipo FC Odisea. Sobre esto el jugador comenta: “estoy muy a gusto porque desde el primer momento me han tratado muy bien, tanto los jugadores como todo el mundo”. Además, agrega que desde el primer momento se ha sentido uno del equipo a pesar de su timidez innata.
Este nuevo capítulo en la vida de Ezequiel comienza con un video. El extremo se enteró de lo que era FC Odisea Academy y pudo contactar con el CEO de la organización. Fue en ese momento cuando filmó sus jugadas para presentarse. Detrás de la pantalla se veía a un chico delgado y rápido, con mucho potencial. A partir de aquí todo iba a ser más fácil, la organización ya estaba hilvanado su nueva experiencia. No obstante, el camino iba a ser largo. Ezequiel explica que las diferencias entre el juego estadounidense y el español son abismales. “En EEUU el juego es más físico, aquí- refiriéndose a España- hay más táctica, es más inteligente”, comenta. Profundiza seguidamente el jugador: “El fútbol de España es mucho más táctico y tienes que estar pendiente siempre, saber cuándo presionar, cuando calmar las jugadas y estar atento a todo que sucede alrededor de ti, es un juego más inteligente”.
Lo cierto, es que la experiencia de Ezequiel está siendo muy exitosa, según certifica el jugador. “Estoy aprendiendo a conocer el fútbol más allá del juego. Pero lo más importante es que he podido salir de casa y vivir otro estilo de vida, conocer diferentes personas y ver otros aspectos que no podría enfrentar en mi país”, agrega el extremo. La cultura entre los dos países es muy diferente. Precisamente, le costó acostumbrarse a “no entrenar más que tres días a la semana y no poder ir a cualquier campo y jugar al fútbol”, explica. Sobre los campos y la cantidad de entrenos, el jugador informa que en EEUU los terrenos de juego están abiertos y “puedes ir cuando quieras”, sentencia Ezequiel. Además, el jugador manifiesta que en su país natal se entrena más días con el equipo.
Su día a día es muy diferente a lo que hacía antes. Aquí no tiene a su familia ni a sus amigos de toda la vida. “Los echo de menos, pero sabía a lo que me exponía al venir aquí”. Añade que en la balanza la familia es un peso muy importante, pero el resultado es positivo. Ezequiel se mantiene tan ocupado durante toda la jornada que es muy complicado evadirse y pensar en otras cosas. Concreta que antes de desayunar lee y hace deporte “para mantenerme en forma”. Además matiza: “Antes de los entrenamientos juego a la play o escucho podcast o veo series”. No obstante, no todo es tecnología y ocio también hay mucho turismo. Algo lógico si se va a un lugar donde nunca se ha estado. “Antes, cuando tenía un compañero de piso en la misma situación que yo, íbamos y salíamos a caminar al centro de Castellón para conocer más de la ciudad”, reseña. Todo ello si las clases y los estudios lo permiten, ya que “por las tardes tengo clases vía telemática”, añade Ezequiel.
En conclusión, la experiencia que está viviendo Ezequiel está siendo muy positiva. El origen del futbol, el futbol de barrio, las pipas y el olor a puro quemado. La hierba húmeda y la hermandad de una camiseta. Pese a que el deporte sea el mismo, es muy diferente en España y en EEUU, pero el sentimiento y la importancia que abandera sigue siendo la misma. Las dos visiones del futbol se unen, el soccer deja de ser aséptico y el futbol deja de ser un pasatiempo.
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