Tras el empate del San Pedro, que la jornada pasada lideraba la competición, el FC Odisea vislumbra un hueco de posibilidades, un empujón hacia arriba de la escarpada. El equipo sigue tercero, pero a un punto del segundo y con un partido menos que los dos primeros. El futuro se allana, la explana está cada vez más cerca, aunque por el momento sigue marcando el camino esta subida que cansa.
¿El consuelo? Nuestro historial, la envidia de ser uno de los pocos conjuntos invictos en la competición, la reputación, la fama. La capacidad de ganar casi todos los partidos. El orgullo de vivir una odisea y endurecer la piel con cada encuentro, el orgullo de tener un proyecto de futuro, que hoy por hoy, después de dar los primeros pasos, nadie niega. Es complicado ganar 0-6, 3-1, 1-5, etc. Y no verse en la cabeza de lista. Sin embargo, queda mucha liga, quedan muchos partidos, ninguno fácil, ninguno asegurado. Un campeón ha de demostrar en cada momento que es el mejor, esa es la filosofía de cada entrenamiento.
Y mientras tanto, esfuerzo, la cabeza fría, concentrada, pensando en el siguiente partido y viviendo el entrenamiento de hoy, dando lo mejor; apoyándose en un compañero para sujetar a otro.
Author: Deogràcies Pagá